Cadáver de un hombre inventado

Cadáver de un hombre inventado, de Marillen Fonseca Analco, es un libro que pone en escena al lenguaje, desafiando a la memoria. Sabemos de sobra que la poesía interroga y desarma las estructuras del mundo. Pues en este libro la desarticulación es meticulosa y pausada. A través de un tono narrativo, se nos lleva de la mano por los recuerdos, en busca de un padre; el sendero que atravesamos contiene metáforas e inversiones semánticas que nos invitan a atestiguar la búsqueda. El rastreo de un ser ausente. Ante la desaparición, siempre queda la posibilidad de la palabra, del verbo. Que se nombre para que suceda lo que no existe. Con la paciencia de un dibujante, Marillen Fonseca Analco recorre con sus versos las líneas que forman al sustantivo, viaja al centro de las categorías gramaticales, rastrea las pistas que se quedaron en la memoria, recorre una ciudad: Acapulco. Entonces sucede la revelación a través del lenguaje. Si el hombre no aparece, lo que resta es formarlo con palabras, con versos. Un padre hecho de metáforas se manifiesta, aunque afirma la voz poética: El cuerpo de papá no construirá nunca / recuerdos conmigo. Tenemos entre las manos un libro entrañable que como Pedro Páramo de Juan Rulfo o El retorno de Elektra de Enriqueta Ochoa, entre otros, se apropia de la figura paterna para desentrañarla. Adriana Ventura