Hélène Monette escribe para que todo cambie y para que todos se amen con locura. Escrobe sobre todo para que las víctimas cotidianas de la injusticia -que no tienen el recurso de la palabra y a quienes, de todos modos, la vida no escucha- no mueran desangrados en su propio fondo, como en una sala de urgencias. GASTON BELLEMARE.