La mirada obsesiva lee en el cuaderno de la noche los signos del instante. Los observadores juegan a cambiar las estrellas de lugar. Se suscribe la idea del arte esbozada por Gaston Roupnel: la posibilidad de recuperar ?al hombre maravillado que asistió a la aparición del firmamento y ante el cual se levantó el cielo como un desconocido?.