Estos graffiti, subgénero literario tan viejo como la diatriba, se reflejan a sí mismos como otro producto cultural -contestatario, lúdico, injurioso, testimonial- generado por la imprevisible mistura de las actuales velocidades tecnlógicas con ciertas tradiciones, tan doblegables y fragilizadas como reacias a ser absorbidas por la llamada globalización.